30 años de Pateando Piedras
Los Prisioneros son un ícono de nuestra música popular que en septiembre vale la pena revisitar.
Por Patricio Iglesias
El “tiempo es veloz, tu vida esencial” decía una popular canción de Serú Giran y si pensamos que el 15 de septiembre de 1986 salió a la venta el disco Pateando Piedras de Los Prisioneros es un evento que vale recordar.
Era 1986 y las protestas arreciaban en Santiago y varias ciudades del país entre ellas Antofagasta e Iquique.
Los Prisioneros ese año aún disfrutaban del éxito de su debut con el disco “La voz de los 80”, que a las regiones llegó con bastante atraso, e irrumpió este segundo disco (o cassettes para la época). La clave es un mejor sonido, uso de batería electrónica, sintetizadores, guitarras más elaboradas y sin dudas la fuerza de las letras de Jorge González.
De este disco salieron canciones que se quedaron para siempre en el cancionero nacional como “Por qué no se van”, “El baile de los que sobran”, “Quieren dinero” y a mi juicio la mejor canción social sobre trabajadores desde los años 70, “Muevan las industrias” con arreglo con sintetizadores, una obsesión de Jorge González y efectos especiales inéditos en una canción en la precaria escena rockera nacional.
Muchos prefieren la crudeza de La Voz de los 80, ese canto descarnado de una juventud reprimida y sin sueños ni identidad de la dictadura de Pinochet.
Los dos primeros discos de los sanmiguelinos están a la misma altura y son un patrimonio musical de Chile como sostiene sin concesiones ese éxito de Pateando Piedras, la canción “Independencia Cultural”, que habla del deseo de tener nuestra identidad chilena sin modas ni añadidos foráneos, algo que sin embargo Los Prisioneros si tuvieron, pero supieron interpretar un momento generacional único en Chile.
Hoy Los Prisioneros son un recuerdo, Jorge González se recupera de un grave accidente cerebral, Miguel Tapia está retirado y Claudio Narea saca discos postulando a fondos públicos y sin ninguna repercusión mediática, salvo sus demonios con Jorge González.
Pese a ese presente, Los Prisioneros son un ícono de nuestra música popular que en septiembre vale la pena revisitar.
