Cerati en la memoria
Por Patricio Iglesias P. // Un año se cumplió de la muerte de Gustavo Cerati. A estas alturas hablar de su carrera es casi un lugar común, pues todos se confiesan fanáticos de Soda Stereo y de sus discos en solitario.
Pero como contemporáneo de la denominada Sodamanía en los 80 en Chile, puedo dar cuenta que en mi caso solo me fijé en el grupo cuando editaron Doble Vida, que incluye La Ciudad de la furia y Corazón Delator. De ahí lo que produjeron fue en alza, como Canción Animal y Dynamo, rematando con Sueño Stereo y el disco grabado para la cadena MTV -Comfort y música para volar-.
Como el mismo Cerati lo reconoció en esa época, optaron por dejar Chile de lado después de 1987 para enfocarse en una internacionalización de su carrera más allá de Sudamérica. Los argentinos apuntaron al mercado mexicano y estadounidense, en una apuesta arriesgada. Incluso editaron en inglés la versión de Sueños de Seducción, la que debe ser una rareza si alguien tiene esta grabación.
Recién retornaron al país en 1990 en una presentación en TVN con “De música ligera” dando cuenta del cambio musical y en estética que llevaban adelante Cerati, con Héctor Z Bozio y Charly Alberti.
Al mismo Gustavo Cerati le gustaba comparar los discos de Soda con los de The Beatles. Es así que a Doble Vida lo consideraba el equivalente a Revolver, por lo experimental, mientras que Canción Animal era su Sgt. Pepper’s y Dynamo su Album Blanco.
El trasandino, según críticos argentinos, primero ganó el éxito con su banda, con sonidos ska y letras evasivas, para con los años y su trabajo en solista y colaboraciones con otros artistas, obtener el reconocimiento como compositor y creador.
Colores Santos con Daniel Melero muestra a un Cerati más introspectivo, mientras que Plan V es un experimento que revela su faceta innovadora. También sus colaboraciones con Charly García, Luis Alberto Spinetta, dos consagrados y leyendas del rock argentino ayudaron a su crecimiento musical. Incluso como anécdota produjo, con arreglos incluidos, el segundo disco solista de la irregular cantante chilena Nicole.
Todo eso da cuenta de una figura que ya a comienzos del 2000 se erguía por sí solo, independiente de Soda Stereo, por sobre sus compañeros que en forma individual no tuvieron mayor relevancia en solitario.
A Iquique Cerati viajó a medidados del 2005 para presentar su disco solista en la Casa del Deportista. Para desilusión de sus fanáticos, su recital fue de su carrera solista, dejando muy pocas canciones de Soda Stereo. Lo mismo hizo en su presentación en Viña del Mar en solitario, con canciones de su etapa solista e incluso un cover de David Bowie, The Jean Genie.
A un año de su muerte el argentino se convirtió en una figura musical universal, no pudiendo gozar del reconocimiento que su último disco solista, Fuerza Natural, obtuvo al ganar el Grammy y una carrera que se veía en un permanente ascenso.
El accidente cerebro vascular que sufrió en Venezuela fue un cruel epílogo para un artista talentoso. Nadie sabrá nunca que pensaba Gustavo Cerati durante su larga estadía en un centro neurológico en Buenos Aires, donde su familia y seguidores se aferraban a un milagro. Nunca recuperó la conciencia y esa vida se fue extinguiendo, no así su talento y legado.
Puedo decir que Cerati y Soda Stereo, grupo que ya nunca más podrá reunirse, pasaron a ser parte de la banda sonora de mi vida. Y por qué no admitirlo, de nuestras vidas.