Tres libros biográficos de rock nacional y un fruto de colección
A propósito del libro de Claudio Narea “Biografía de una amistad” (Thabang, 2014), en el que el ex guitarrista de Los Prisioneros revela detalles cuáticos sobre su relación con Jorge González, me propuse hacer una columna sobre algunos textos biográficos del rock nacional.
Hay que precisar que el libro de Narea es una reedición del anterior “Mi vida como prisionero” publicado en 2009, solo que éste agregó nuevos pasajes de su relación con González, con la idea de sacarse un peso de encima -según dice- o de farandulear y ganar algo de pantalla como creemos varios. Dicho esto, me puedo remitir solo a la primera versión, que recibí alguna vez de regalo cumpleañero.
Al comienzo, “Mi vida como prisionero” es bastante lineal y hasta infantil en su forma de relatar cada hecho, aunque le da al lector lo que éste busca, detalles cotidianos, trasladarse al ambiente juvenil que rodeaba a los sanmiguelinos. Sin embargo, lo mejor viene en etapa de Los Prisioneros previa a su primera separación (y quizás la única real), cuando lanzan el afamado Corazones. El relato de Narea se torna nebuloso y entra en una atmósfera surreal, entre mala vibra, hackeos cibernéticos e incluso una teoría de Narea de que Jorge le habría hecho magia negra. Un cierre perturbador para un libro que podría ser del montón. Al final del texto se puede decidir si creerle o no, eso es otra historia.
No puedo pasar por alto un libro de una de mis bandas de cabecera, Los Tres, quienes también se vieron publicados en papel con “La última canción” (Grijalbo/Aguilar, 2002), biografía no autorizada hecha por el periodista y escritor argentino Enrique Symns junto a Vera Land. A quienes les suene el nombre de Symns, les recuerdo que alguna vez tuvo un programa en ViaX entrevistando músicos mientras fumaba cigarro corriente en el Liguria. ¿Lo sabroso? Los inicios de Los Tres y su pose antisantiaguina, algunas experiencias a lo rockstar criollo (ni tan rockero ni tan estrella) y los supuestos enredos amorosos de Javiera Parra con la banda, principal gatillo de la separación señala Symns (y me acuerdo de la canción “Jarabe Para la tos”, “Javiera Parra”, suena?). Aunque, además de los cahuineos del periodista hay pasajes memorables: un capítulo dedicado a la relación alumno-maestro de Álvaro Henríquez con Roberto Parra y el caótico episodio cuando éste se encontró con el whisky, durante la gira por Europa de la Regia Orquesta musicalizando a La Negra Ester. Otro destacable es la fase mala onda de Henríquez en los estertores de Los Tres y cómo ésta sirvió para que la banda nos dejara el Fome, acaso el mejor trabajo de estudio del grupo penquista.
El tercero es “Los Jaivas – 50 años de historia” (ediciones B, 2013) de la periodista Pamela Urbina Alvial, publicado con motivo del cincuentenario de la banda. A mi juicio, este libro es el ideal para un verdadero fanático, que se preocupa de retratar minuciosamente distintos detalles de la banda, el comidillo al interior del grupo, la vida en argentina y la aventura europea. Urbina Alvial es fundadora de la comunidad Jaivamigos y se acerca a la trayectoria de la banda a partir de la admiración y entrevistados de primera fuente. Finaliza con un análisis pictórico y de diseño sobre las carátulas de los Jaivas, además de un compilado de fotos inéditas, así de matea. Reposando, tengo en lista de espera “La vida mágica de los Jaivas” de Freddy Stock, les cuento qué tal es cuando lo lea.
Si llegaste hasta aquí en la lectura, quisiera cerrar con un animal extraño y posiblemente en extinción. Me refiero a “Frutos del país – historia del rock chileno” publicado en 1993 por el músico y escritor Tito Escárate. Este libro fue la tesis del autor para obtener su licenciatura en Estética y además constituye uno de los primeros intentos por recoger la historia del rock nacional a comienzos de los 90’s, un ejercicio que hasta hoy se agradece. Se pasea por los inicios del rock & roll en el país, con grupos copiones de la estética sonora gringa como los Macs, la sicodelia, la nueva canción chilena y finaliza en unos incipientes años 90′ con próceres como Mauricio Redolés, Los Morton, Los Prisioneros, Andrés Godoy y Los Tres. Premio a la paciencia: dejo para descarga el pdf escaneado de “Frutos del país” que alguna vez anduvo dando vueltas a la mala por Internet, quizás cargado por el mismo Tito. Descargue acá.