Reencuentro con la raíz: Banda Conmoción presentará “Tiraneño” en Iquique
Fotos: Prensa Banda Conmoción// Ya lo habíamos adelantado, este sábado 1 de noviembre uno de los panoramas guayaberos imperdibles será la Fiesta Costumbrista (ex estadio Cavancha, 21 horas), que traerá nuevamente a Iquique a Banda Conmoción, quienes compartirán escenario junto a los Mallkus, las Lakitas de Huarasiña y el histórico grupo Calichal.
La jornada tendrá muestras de artesanía, comidas y brebajes típicos, todo en beneficio de las sociedades de bailes religiosos Gitanos de Santa Rosa, Tata Jachura y la Diablada Siervos de Jesús y María. Además, será una oportunidad de conocer “Tiraneño”, nuevo trabajo de la banda recién salido del horno, a comienzos de octubre.
Para comenzar a saborear este evento, conversamos con Cristian “Hueo” Sanhueza, iquiqueño, director, bombo y voz de la Conmoción.
¿Con qué se encontrarán los peregrinos que asistan a la Fiesta Costumbrista?
-Serán parte de una gran fiesta, un festejo de aquellos en el cual esperamos aportar con lo mejor de nosotros. Aún no tenemos el repertorio completamente definido, pero podemos asegurar que tendrá todas las producciones de la banda, no solo del disco nuevo.
¿Cómo nace la idea de hacer un show junto a las agrupaciones iquiqueñas?
-Con los Mallkus hemos tenido ya desde hace años una cercanía y trabajo mancomunado, aunque la distancia impide un trabajo fluido y permanente son compañeros muy queridos. Lo mismo con Huarasiña, sentimos mucho respeto por lo que siguen manteniendo. También estamos muy contentos de compartir con Calichal, quienes inmortalizaron la Reina del Tamarugal en el Festival de Viña del 85’ y que nos infló el pecho de emoción a todos los iquiqueños, creo que será una hermosa jornada solidaria para los bailes, de gran cariño y amistad.
NUEVO DISCO, MISMAS RAÍCES
El 5 de octubre la Conmoción lanzó “Tiraneño”, disco doble y tercer trabajo de estudio, que se suma a “Pregonero” (2008, autogestionado) y Cuerpo Repartido (2010, sello Oveja Negra). El corazón de esta placa está en un viaje de regreso al sonido característico de bronces y ritmos de la Fiesta de La Tirana, propuesta que ha tenido una positiva recepción por parte de sus pares y el público en general.
Nos sentimos muy felices y satisfechos, porque también hemos recibido buenas críticas y felicitaciones de nuestros colegas músicos nortinos, sienten que logramos traspasar la emoción y el sentimiento de lo que es y significa esta fiesta, aunque siempre estaremos abiertos a todas las críticas, no somos más que nadie, al contrario, a partir de las críticas tratamos de hacer cada vez mejor las cosas.
¿Cómo fue el proceso de buscar un sonido que los devuelve a las raíces?
-Partimos de la base de que somos Banda Conmoción y no una banda que toca en las fiestas, somos honestos con eso, pero sin duda que en este disco buscamos acercarnos muy fielmente a como se tocan e interpretan las danzas, cada una tiene sus códigos especiales, sus figuras rítmicas particulares que las distinguen de otras y en esto tuvimos la ayuda de compañeros y maestros de Iquique y Arica, sin embargo mantuvimos el bloque de cañas (saxos y clarinete) y percusión latina en unos pocos temas para mantener cierta sonoridad de la banda, en eso los arreglos estuvieron precisos y ayudaron a mantener una identidad.
Parece haber una tendencia de artistas de distintos estilos a tomar elementos de la tradición nortina, ¿cómo ven ustedes este fenómeno?
-Creo que cuando la gente comienza a acercarse a los fundamentos del folclor da buenos síntomas, sin embargo para lograr una traducción sincera, no se deben saltar pasos fundamentales, el acercamiento desinteresado, la pérdida del ego artístico y siempre estar ahí, no olvidarse de la gente, cosa que sucede muy a menudo no solo con artistas, también con investigadores que por priorizar objetivos personales, pasan a llevar etapas y sintonías que son primarias y eso es muy cuestionable.
-¿Es algo cíclico esta vuelta a lo originario?
-Este acercamiento no se da solo hoy, en los años 60’ y 70’ el acercamiento al folclor también estuvo muy marcado y fuertemente impregnado en la sociedad, siempre se volverá a lo que sentimos como propio, sobre todo si se nos arrebata, se vuelve la mirada a lo que uno siente que le pertenece o que por lo menos siente que algo de su alma viaja junto a esa música, a esa poesía.
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