Perry Farrell y sus reinvenciones
Por Patricio Iglesias P.
El líder de los Jane’s Addiction es un hombre clave para entender la música de comienzos de los 90, destacando también por sacar el Lollapalooza de Estados Unidos y traerlo a Chile.
Uno de los músicos estadounidenses más creativos de los últimos 30 años es sin dudas Perry Farrell, el líder de los Jane’s Addiction, esa banda rupturista que cambió la escena del rock con la etiqueta de alternativo a fines de los 80 y comienzo de la década de los 90.
El neoyorkino, pero que hizo su carrera en California, es sin dudas un ejemplo de superación de adversidades: su madre muerta en causas trágicas a temprana edad, trauma que superó con su amor al surf e innovar. Rompió la estética de fines de los 80 en el panorama musical y apostó por una estética travestida, con fuerte contenido sexual y un aperturismo explícito.
El guitarrista y multi instrumentista no sólo se atreve en el plano musical, sino también en plasmar en esculturas y fotografías una fuerza de inspiración con temáticas como las drogas, el escapismo, la santería y el fuerte contenido sexual en las carátulas del disco, pero a la vez sorprendiendo con simples declaraciones de amor o de tiempo espacio con mujeres como ejes de sus temáticas. Para eso tenemos canciones como “Classic Girl”, “Pets” u “Orgasmo” y “Cursed female”.
Farrell editó tres discos con Jane’s Addiction entres los 80 y 90, el más famoso es “Ritual de lo habitual”, donde destaca la declaración de principios “Nosotros tenemos más influencia sobre sus hijos que la que usted tiene”, como inicia la canción “Stop”. Hoy este es una puerta de entrada al mundo alternativo que abrieron bandas como Soundgarden y otras que dejaron huellas como Red Hot Chili Peppers, Nirvana, entre otros.
Después de este trabajo el músico se dedicó a producir lo que es su festival Lollapalooza desde 1991, el cual trajo el 2011 a Chile con ya cinco versiones. El objetivo fue crear en Estados Unidos un festival para bandas poco conocidas o emergentes, condimentados con otros grupos más consagrados.
Esta fórmula lo llevó a realizar versiones fuera de Estados Unidos, destacando Chile, incorporando Brasil y Argentina. El “Lola” ayudó a que más grupos accedieran con material temprano hasta nuestro país, en uno de los proyectos más lucrativos, pero a la vez innovador en la posibilidad de contar con artistas en sus mejores momentos.
Seguir a Farrell es también revisar sus proyectos con “Porno for Pyros”, tal vez uno de los mejores grupos después de Jane’s Addiction. Notable fue la incorporación de música, efectos de circo y teatrales, en su presentación en Woodstock 1994, quizás de las pocas actuaciones que quedaron para la historia de un evento donde la calidad no estuvo a la par de los carteles anunciados.
El músico y su esposa Etty incursionaron en áreas como la electrónica con el proyecto Satellite Party, a lo que suma reuniones esporádicas de los Jane’s, junto a Dave Navarro y Stephen Perkins.




