La Cantata de Santa María de Iquique, una emblemática obra con sentido social
Por Sullyn Lay Piñones / Fotos: archivo.
“Señoras y señores, venimos a contar, aquello que la historia no quiere recordar pasó en el norte grande, fue Iquique la ciudad 1907 marco fatalidad”, así comienza la Cantata de Santa María de Iquique, una de las obras musicales emblemáticas de la Nueva Canción Chilena, creada por el músico iquiqueño Luis Advis e interpretada por el grupo Quilapayún.
Esta obra cuenta los acontecimientos relacionados con la Matanza de la Escuela Santa María, ocurrida el 21 de diciembre de 1907 en Iquique, donde según la cantata, más de 3.600 obreros de las oficinas salitreras fueron asesinados por el ejército chileno, aunque hasta hoy no existe certeza de una cifra exacta. Estos hombres y mujeres que trabajaban a pleno sol en un árido desierto, sólo pedían mejoras a las malas condiciones laborales y de vida que llevaban junto a sus familias.
La Cantata de Santa María de Iquique es un disco conceptual, con un alto sentido de reivindicación social, que funde elementos folclóricos con la música docta. Está compuesta por dieciocho partes, incluyendo las cinco declamaciones.
Historia de la cantata
Y por qué Luis Advis, un filósofo graduado en la Universidad de Chile se acercaría a la música popular y componer la simbólica cantata, acá la respuesta: “Luis Advis tuvo una gran amistad con Margot Loyola, y esto fue fundamental para conocer a Violeta Parra. De la cercanía con estas dos cantautoras, muy autóctonas y auténticas de nuestro país, él comienza una nueva etapa en su composición musical; así logra fundir y plasmar los instrumentos clásicos con instrumentos folclóricos y su poesía, lo cual permite crear una obra monumental como lo es la Cantata de la Santa María”, manifiesta el músico profesional, Gonzalo Calle.
Los inicios de la Cantata Santa María nos llevan al año 1968, cuando el compositor Luis Advis escribió una serie de poemas luego de un viaje a Iquique. A fines de ese mismo año, el Instituto de Teatro de la Universidad de Chile le pidió ayuda para una obra de Isidora Aguirre llamada Los que van quedando en el camino, que trataba sobre una matanza de campesinos, siendo este el principal antecedente inspirador de la siguiente pieza maestra.
En 1969, Luis Advis comenzó a preparar la obra basada en la Matanza de la Escuela Santa María de Iquique, apoyando su creación en la Reseña Histórica de Tarapacá, de Carlos Alfaro y Miguel Bustos, publicado en Iquique el año 1935, el cual sirvió como única ayuda informativa para la elaboración del texto. En los comienzos de 1970, Advis le presentó a Quilapayún parte del material que estaba trabajando y entusiasmó al grupo. Así, prepararon dedicadamente la cantata y estuvieron listos para estrenarla en julio de ese mismo año.
Meses después del estreno, Quilapayún entró a los estudios para grabar la cantata. Los integrantes del registro fueron: Eduardo Carrasco, Carlos Quezada, Willy Oddó, Patricio Castillo, Hernán Gómez, Rodolfo Parada; y como relator: Héctor Duvauchelle.
El emblema y el veto
La Cantata fue una de las obras cumbres de la Nueva Canción chilena, esto la llevó a convertirse en un emblema de los grupos militantes de la Unidad Popular y la coalición política de izquierda que llevó a la presidencia a Salvador Allende en septiembre de 1970. Sin embargo, Luis Advis expresaba que no pertenecía a ningún partido político.
Eduardo Carrasco en su libro Quilapayún, la revolución y las estrellas comenta “Lucho, sin ser político, había dado en el clavo… La cantata Santa María se transformó casi de inmediato en el símbolo musical de aquel momento histórico. Esta música resucitó la protesta de esas mismas voces que habían sido silenciadas por la muerte y la metralla, el martirio de los obreros de Iquique por fin se mostró como un testimonio viviente, rompiéndose el silencio de años de historia distorsionada”.
Luego del Golpe Militar las cintas de la Cantata Santa María de Iquique fueron destruidas, debido a su simbolismo político. El periodista Patricio Iglesias, señala: “Los masters, los originales de este disco fueron destruidos por los militares. De hecho, la obra se pudo reconstituir años después con el trabajo que hizo sello Alerce, con distintos vinilos que estaban en buen estado que permitieron rescatar la obra completa”.
Instalada la dictadura, Quilapayún partió al exilio en Europa donde grabó nuevamente la obra con algunos textos modificados por el escritor argentino Julio Cortázar, situación que molestó a Luis Advis, quien mencionó en la prensa de ese entonces “No me gusta que corrijan mis textos sin preguntarme, además que en ninguna parte yo uso la palabra pueblo como la usa Cortázar”.
Del retorno a estos días
Ya de vuelta del exilio, en noviembre de 1997, Quilapayún interpretó la Cantata Santa María de Iquique en un histórico concierto en la oficina Santa Laura, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esta obra ha sido reversionada por muchos artistas, entre las que destaca la Cantata Rock, a cargo de la banda nacional Chancho en Piedra.
Como dato Guayaba, les contamos que la Cantata de Santa María está en el cuarto lugar dentro de los 50 mejores discos chilenos de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone, ranking publicado en la edición chilena de abril de 2008.
A través de nuestro proyecto Cancionero Pampino revisitamos esta obra con una versión del grupo iquiqueño Llaima. “No fue un proceso sencillo porque es un tema que está grabado en la memoria colectiva y sobre todo para quienes hacemos música es parte de nuestro repertorio, de nuestra infancia, de cuando empezamos a tocar; y tratar de hacer una versión es algo complejo, no sólo por lo sonoro, sino por cómo modificar la idea musical sin dañar la esencia de tema”, explica el director artístico de Llaima, Norman Carrillo.
Puedes ver más opiniones de los entrevistados y la versión de Llaima para la canción Vamos Mujer de la Cantata de Santa María de Iquique, en el siguiente micro documental.