Prince más allá de Purple Rain

Prince performs at half time during Super Bowl XLI between the Indianapolis Colts and Chicago Bears at Dolphins Stadium in Miami, Florida on February 4, 2007. (Photo by Theo Wargo/WireImage)

Su estilo ecléctico de mezclar pop, guitarra al estilo Hendrix, rap, blues y soul es único, al igual que sus gritos y letras cargadas al sexo fueron marca registrada de una carrera con altos y también bajos.

Por Patricio Iglesias

El año 2016, que apenas comienza, se ha convertido en uno de los más trágicos para la escena rockera y música popular. Este año murieron David Bowie, Lemmy de los Mötorhead, Keith Emerson, Glenn Frey de The Eagles y Chris Squire, el talentoso bajista de Yes. A este grupo se sumó Prince Roger Nelson, más conocido como Prince, el artista antes llamado Prince o el Símbolo.

Una evolución de nombres que dan cuenta de que el talentoso de Minneapolis gustaba jugar para llamar la atención y también, desconcertar a los fans y la prensa. Prince ganó muchos Grammys y American Music Awards e incluso un Oscar a mejor canción en 1985 con la banda sonora de la película “Purple Rain”, pero su estilo ecléctico de mezclar pop, guitarra al estilo Hendrix, rap, blues y soul es único, al igual que sus gritos y letras cargadas al sexo, su estilo de baile, que lo hacían un artista completo, fueron marca registrada de una carrera con altos y también bajos.

Cabe destacar que su debut musical fue en 1979, pero fue en 1983 cuando alcanzó notoriedad con su banda The Revolution con el disco “1999”,   con el que Prince estructuró su imagen de pelo desordenado, su traje brillante con pañuelo estilo Siglo XVIII y las botas con grandes tacos que serían su estilo hasta sus últimos días.

El gran éxito llegaría en 1984 y 1985 cuando lanzara el álbum Purple Rain, una banda sonora de primer nivel para una película mediocre, donde Prince se interpretaba a sí mismo como “El Kid” o el “Chico”, enamorado de una aspirante a cantante de un bar donde con su banda era uno de los números fuertes. Con este disco, Prince se dio el lujo de ganar a Michael Jackson en los American Awards, una relación de competencia que siempre existió con el ex Jackson Five. Si bien la popularidad de Jackson fue mayor, Prince evitaba referirse a él y destacaba más su apego a la música de raíz negra.

“Around te world in a day” y “Parade”, donde aparece el single Kiss, marcan el fin de su relación con The Revolution, grupo que integraban las hermanas Wendy y Sussanah Melvoin, el baterista Bobby Z , la intrumentista Lisa Coleman y el tecladista Dr. Fink.
De ahí comenzó su carrera en solitario con discos como “Sign of The Times”, un cambio radical en Prince con un sonido experimental y una gran crítica musical y respectivos premios. Luego seguiría con la banda sonora de Batman de Tim Burton y su experimental “Batdance” y así seguirá irrumpiendo en los 90 con el disco “Diamonds and Pearls”, uno de los mejores del músico con clásicos como “Cream” y la fantástica y social balada “Money dont matter 2night”, debutando con su nueva banda “The new power generation”.

Prince, ahora asociando su nombre a un impronunciable símbolo, seguiría editando discos y produciendo a otros artistas. Sin embargo problemas extra musicales, como la muerte de su hija con su segunda esposa, a semanas de haber nacido, provocaron en el artista una profunda depresión, la desaparición de los medios, una conversión cristiana y una actitud hostil a las redes sociales, impidiendo se divulgara su música y videos en Youtube o vía Stream.

También una batalla legal con Warner para que lo liberara de su contrato contribuyó a su bajo perfil y hacer recitales para regalar sus discos, no venderlos. El artista tuvo un repunte en 2007 volviendo a escena y concentrándose en negocios de venta de perfumes y actuaciones en vivo en Estados Unidos y Europa. Incluso se rumoreó una posible colaboración del músico con Michael Jackson que solo quedó en especulación o publicidad.

Prince preparaba una gira de tipo acústico acompañado sólo con un piano para hacer una gira mundial que consideraba Chile. Su sorpresiva muerte truncó sus planes cuando tenía 57 años.

Prince en Chile tal vez no tenga el reconocimiento o popularidad de otros músicos, pero su influencia musical es innegable en bandas y solistas actuales a nivel mundial. Incluso bastó que una canción de su propiedad hiciera populares a una banda femenina como “The Bangles” con “Maniac Monday” y le diera un empujón a la polémica Sinead O’Connors con el single “Nothing compares 2 you”.

El genio de Minneapolis nos legó un amplio catálogo de 39 discos, es de esperar que los sellos se animen a reeditarlo y los vendedores de vinilos clásicos lo incluyan en sus listas. Es música para saber apreciar y valorar. Prince es sin duda un símbolo musical de los 80 y 90, parte notable de su banda sonora.

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Author: Su Lay

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